Experiencia de Ser Casa de Acogida Para Sol
Ursus se fue con 16 años, sin dolor aparente, sin ingresos, sin avisar… dejándonos a su hermano gatuno Salem y a mí descompuestos, vacíos, en shock.
Tras su marcha, Salem empezó a deprimirse, a dejar de salir de su cestita, a dejar de comer… empezó a abandonarse. Fue entonces cuando decidí ponerme en contacto con Happy Cats pidiendo consejo.
El tiempo de duelo es muy relativo. Nunca pensé en sustituirle; ningún otro gato podrá. Pero ante esta nueva situación, sólo pensé en el bienestar de Salem. Tiene 15 años y nunca había estado solo.
Me ofrecieron ser casa de acogida, situación que me pareció muy favorable. Pedí el gat@ más adulto e invisible que tuvieran, ya que mi gato no necesitaba un cachorro, mi gato lo que necesitaba era compañía… Y entonces nos ofrecieron a Sol, una gata de dos años muy miedosa con los humanos, pero muy sociable con otros gatos.
Hoy en día, después de un mes, sólo puedo dar gracias a Sol porque, como su propio nombre indica, ha sido un rayo de luz para Salem. Le ha devuelto las ganas de vivir y le hace compañía cuando yo no estoy.
Siempre dos mejor que uno.
Sigue teniéndome miedo, pero no tengo prisa, y sí tiempo y paciencia.
Pasado este mes, nos estamos planteando que pase a formar parte de nuestra familia, aunque sabemos que el proceso será largo. Lo que no sabemos es por todo lo que ha pasado Sol.
Mi consejo para la gente que haya perdido una mascota es que no se cierre y que den la oportunidad a otro animal.
El beneficio, desde luego, es mutuo.