Experiencia de Ser Casa de Acogida Para Perrins
Ser casa de acogida es compartir desde el corazón, sin esperar nada a cambio, sin apegos y, sin embargo, obtener la mayor recompensa: ver cómo el otro ser se abre a un mundo amable y renace su auténtica personalidad.
Mis hijos han comprobado y han aprendido de primera mano cómo la paciencia, el amor, el respeto y ponerse en el lugar del otro puede transformar una vida.